domingo, 16 de octubre de 2011

¿Mejor en casa o en un centro geriático?


El cuidado de los ancianos, requiere de mucha atención. Aquella persona que en su momento pudo ser independiente  y se valía por si mismo, ha pasado a necesitar de la guía y el cuidado de un adulto.

Este es el gran motivo por el que muchas familias que llegan a convivir con un adulto que ha llegado a la ancianidad, perciben esta situación como un "problema", ya que saben que no pueden atenderlo como se debería.

El conflicto de valores, el "qué dirán" y el factor tiempo hacen muchas veces que no se tomen medidas que favorezcan al anciano.

Muchos ancianos terminan viviendo solos, a su suerte. Otras familias deciden tenerlo en casa, con todas las atenciones. No obstante son muchas las que lejos de cuidarlos como debieran, los hacinan sin darse cuenta a un rincón de la casa, o en su defecto, encargan el cuidado de estas personas a algún familiar para que lo vea de "vez en cuando".

El pensar llevar a un familiar a un asilo o un centro geriátrico suele considerarse "desagradecido", de malos hijos. No obstante, lo cierto es que si en casa no es posible una atención concienzuda y permanente, ese anciano sufre y no tienen la calidad de vida que se merece.

Si luego de reflexiones y autocríticas honestas caemos en la cuenta que efectivamente no le estamos dando la vida que se merece a esa persona que queremos, tenemos otro problema ¿Y en donde podemos llevar a nuestro ser querido?¿Quién nos da la tranquilidad que podrá estar mejor que aquí en casa?

Esta decisión no puede ser precipitada. Es importante informarse, visitar el lugar, pedir información relacionada a si cuentan además con profesionales médicos y con enfermeras, conocer si tienen un dietista, la seguridad del centro, etc.

Por último, una vez tomada la decisión, lo más importante es no olvidar que nuestros ancianos siempre requerirán de cariño. Esto es algo que un centro puede brindar con buenos profesionales, pero las visitas frecuentes, el contacto no se debe perder...el contacto y el amor de la familia son irremplazables.


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